La Educación se ha consolidado como un derecho fundamental, pero en los últimos años algunos de los criterios básicos en los que se ha asentado los últimos 200 años se están cuestionando. ¿Qué aprendizajes debe garantizar la escuela? ¿Qué decide el alumno en su proceso de aprendizaje? ¿Dónde empiezan las creencias y dónde terminan las evidencias en la escuela? Son muchas las preguntas que surgen en torno a esta crisis de modelo y la única forma de superarla es con un sistema educativo capaz de garantizar una sociedad más justa e igualitaria es implicar en el proceso a los afectados.
“Calmar la educación” supone redefinir el mapa del debate, integrar nuevas voces y facilitar miradas alternativas para transformar un sistema educativo cuya función se ve amenazada. Somos muchos los que creemos que estamos ante un proceso irreversible de cambio cultural en la educación, cuyo resultado se nos muestras como peligrosamente incierto. Por eso, este sábado 17 de junio nos reuniremos en Medialab-Prado para favorecer una reflexión colectiva que pueda concretarse en una declaración dirigida a promover un diálogo abierto sobre el futuro de nuestro sistema educativo.
La acción promovida desde la Asociación Educación Abierta se articulará en 9 mesas abiertas a la participación en las que se analizarán cuestiones como el diálogo, el rol que cumple la familia dentro y fuera del aula, los métodos de evaluación o los tiempos del aprendizaje. Yo tengo el honor de formar parte de esta iniciativa coordinando uno de estos coloquios, concretamente la mesa Medimos lo que valoramos, en la que juntos trataremos de dar respuesta a cuáles son los valores que debe defender la educación o cómo podemos proteger la intimidad de los menores frente a las nuevas tecnologías, entre otros. Os animo a participar, me encantaría que fuéramos muchos los que nos reuniéramos con un anhelo común: transformar la educación.
Fuente fotografía: Faustin Tuyambaze
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